COSMOS

Cosmos ha surgido de la necesidad de poner perspectiva a las confusiones cotidianas. Probando con materiales diferentes y sugerentes y unos papeles artesanales circulares, fueron apareciendo escenarios que iban cogiendo profundidad y que llevaban a viajar por ellos a diferentes planos, invitando a reflexionar sobre nuestro lugar en el mundo y nuestro papel vital. En este trabajo he ido encontrando curiosidad, respuestas y preguntas, como en un laboratorio donde he ido combinando múltiples técnicas, aprovechando lo que ha surgido de forma más aleatoria y una metodología paciente.

La palabra Cosmos, de origen griego, significa orden, armonía, belleza. Cuando abrimos el foco de nuestra vida, nos damos cuenta de que nosotros estamos formados del mismo material y esencia que el Universo, nos permite conectar con otras formas de nosotros mismos y compartir un enfoque de la realidad que nos trasciende y ofrece paz y armonía, encontrando relaciones entre el mundo macro y micro. Y así ha sido, buscando lo más cerca posible, dentro de mí, es donde más lejos he viajado.

A la vez, este contacto y conexión con una parte de nosotros tan antigua y sabia, se produce una asociación automática en la que si entendemos que somos Universo, también podemos entender que tenemos su potencial creador y el conocimiento vinculado a su evolución. Algunos científicos, así como el Dalai Lama, dicen que el cerebro está conectado al Universo a escala cuántica, que comparten información en una cuarta dimensión y que podría ser que la conciencia personal nos llegara de esta manera desde una conciencia superior.

Se habla cada vez más de esta aproximación entre ciencia y filosofía, o espiritualidad; pero me parece que también hay que contar con otro elemento que aporta posibilidades y debate, que es el arte; porque desde la sensibilidad e intuición también puede contribuir a entender esta conexión con todo lo que nos rodea. Y sólo hay que ver que desde aproximaciones muy diferentes se va llegando a ideas y planteamientos muy similares.

En el trabajo de Cosmos, al principio intenté buscar información en los dibujos, buscando encajar algunas ideas que se ataban con conceptos como el tiempo, la magia, la sabiduría, multiversos, y conexiones; pero poco a poco se fueron haciendo innecesarias las referencias racionales, el propio paisaje ya era suficiente para conectar con alguna memoria celular. Y al mismo tiempo, funcionar como nuevo impulsor de preguntas para seguir investigando: somos parte de un superorganismo consciente? Si estamos afectados por esta información cuántica, porque no parece que estamos todos sincronizados a nivel de conciencia? Nuestra existencia vital y decisiones tienen un impacto importante en esta conciencia superior?