REVELACIONES
«Si quieres resultados diferentes, no hagas las mismas cosas». Esta frase de Einstein abre un mundo a la creatividad. Y así Revelaciones se puede considerar una evolución de Cosmos. Una evolución que parte de unas mismas preguntas e inquietudes, pero que se va materializando de forma cada vez más simple, más abstracta y soltando mucho más el control mental.
Enredada entre la filosofía existencial, la física cuántica, la conexión con la naturaleza y la sensibilidad personal, en este momento decido dar un papel más determinante en el elemento agua y su magia para que sea a través de un diálogo y un juego que me vaya descubriendo paisajes interiores que evocan calma, serenidad, misterio, profundidad…, que se pueden entender como mi contribución a un mundo más armónico y pacífico.
El misterio del agua me cautiva, por sí misma es un elemento muy original en el Universo y que rompe muchas normas de la química. Humanos y planeta Tierra compartimos proporciones similares de agua, que va llegando del espacio exterior. Pero además es un medio que tiene mucha capacidad de retención de datos, y cómo ha ido mostrando Masaru Emoto, su estructura se puede modificar con la intención, las emociones, la música.
Por todo ello Revelaciones está siendo un paso importante para mí, donde permito que paisajes monocromáticos vayan surgiendo del papel en parte de forma espontánea, dejando que el mismo color se manifieste a su manera, explorando cómo el color condiciona el resultado. Revelar proviene del latín revelare y significa descubrir o mostrar algo secreto u oculto, y en un proceso similar al revelado fotográfico, tengo la sensación de que hago salir a la luz lo que el papel y el agua quieren expresar. Se trata de un ejercicio donde me posiciono en un estado de fluidez, observación, contemplación y acompañamiento donde la tinta va cogiendo el lugar que parece que tiene previsto, en una experiencia estimulante y relajante a la vez.